martes, 25 de diciembre de 2007

Perdernos en alrededores y recuerdos...

















A veces cojemos el coche y nos perdemos...Eso ya lo hacíamos con mi padre, cuando eramos pequeñas. Mi madre que es una gran aficionada a la limpeza, dedicaba la mañana de los sábados a adecentar la casa (cosa que hacía todos los días, pero ese día era a fondo), ahora que tengo mi propia carga de responsabilidad entiendo que mantener limpia una casa de 6 personas era una tarea ingrata y fatigosa. El caso es que nosotras pequeñas y realmente revoltosas.. estorbábamos, para que vamos a decir otra cosa. Así es que mi padre nos sacaba para airearnos. Y nosotras preguntábamos: adonde vamos papá? y le oíamos decir: adonde nos lléve el coche. No cabe duda que durante mucho tiempo creí que así era, que era el coche el que tomaba la decisión de adonde ibamos esa mañana...que tiempos de inocencia....jaja. Ahora lo hago con maridín, aunque se que es nuestra voluntad la que decida....o no? porque muchas veces nos perdemos por los vericuetos de mi querida tierrina y no hace falta ir lejos, de repente aparecemos en sitios totalmente desconocidos para nosotros, bordeamos un bosque o un pequeño llano, subimos y bajamos y simplemente nos dejamos llevar. Perdiéndonos adrede hemos encontrado sitios realmente preciosos. Pero no es el caso de estas fotos, esta vez no nos perdimos, fuímos directamente al Cordal de Peón, un área recreativa al lado de casa, como quien dice. Apenas a unos kilómetros de Gijón en dirección a Villaviciosa por la carretera vieja. Hicimos muchas excursiones cuando era una chavalina. Siempre recuerdo subir todo el camino preguntándo cuando llegábamos y a Alberto contestando: cuando demos esa vuelta...el caso es que el engaño funcionaba porque ahí que dábamos una vuelta más. El sitio está lleno de árboles, salpicado de mesas y bancos de piedra, se llena de margaritas en primavera y hojas en otoño. Estábamos solos en un absoluto silencio humano poblado de un auténtico griterío de la naturaleza, que ansias de aire libre tenía ese día...jajaja. Cuando bajamos pasamos por donde nos hicimos el reportaje de boda, es una iglesias preciosa, en una vereda cubierta de árboles al lado de un pequeño río, el puente de piedra, un muro enorme que guarda una casona impresionante con un portalón de madera y tachonaduras metálicas. El día de la boda quise sacarme fotos entre árbol y verde, como correspondía en mi tierra, pero también como correspondía había diluviado en forma de granizo el día anterior y yo me hice las fotos antes de aparecer delante de todo el mundo, así que el fotógrafo experto en esas lides me sugirió que nada de verde, a no ser que yo quisiera casarme de ese color en vez de con el bonito blanco viejo de mi vestido de novia. Pero gracias a la piedra de la iglesia que se ve en la foto quedó un reportaje impresionante...y se las arregló para que saliera el verde de detrás. Ese día nos perdimos en la nostalgia.



viernes, 14 de diciembre de 2007

Seguimos con el Otoño en mi tierra































Seguimos con el Otoño en mi tierra pero esta vez a comienzos. Estas fotos se sacaron en Octubre del año pasado. Fuimos a un "área recreativa" de las que hay muchas por aquí, un espacio natural enmarcado y protegido y con unos servicios mínimos, amén de mesas y sillas para deleite del personal. Esta en concreto estaba era el area recreativa de Llano Miyar, en Onis. Está en un alto y las vistas eran impresionantes, pero las fotos son también del camino, no hay dorados, ni ocres, ni tejas, ni rojizos...todo estaba impresionantemente verde, todo era verde y azul, el azul del cielo y el verde del camino. La verdad es que podría pasar por ser primavera, pero como ahora está todo tan cambiado...El jueves fiesta, a día 6 de diciembre estuvimos con Luana, la preciosa niña de mi amiga Sara cogiendo margaritas...pues en fin...el primo de un famoso político pensará que lo del cambio climático no es para tanto, pero yo pienso como el primo de otro menos famoso político, lo de que las flores salgan en otoño a mi no me cuadra....

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Otoño en Asturias
























Las fotos hablan solas...no las oyes parlotear? Eso le acabo de decir a mi hermana pequeña, que me anima a que ponga texto y no solo fotos. En fin, no me cuesta nada hablar en mi blog de cocina ni tampoco en el de labores...en este si, porque sigo pensando que las fotos hablan solas. Estas me dicen lo guapísima que es mi tierra, lo cálido y colorido que es el otoño, lo bonito que es viajar y perderse unos días por rincones que aúnque próximos, no conoces bien y lo magnífico que es tener aficciones que te hagan entretenido el tiempo libre. Este viaje se hizo 2 meses después de un suceso personal difícil, y me sirvió para desquitarme de la vida y disfrutar de mi maridín y de un entorno excepcional...jope, estoy pensando que tengo que poner las fotos de la comida porque ese fué otro deleite excepcional...Mi orondez confirma hasta que punto eso es deleite. Ahhhhhhh y también la foto de las vacas en medio de la carretera mirandonos con esa cara de sorprendidas..., realmente parecía que la carretera era su entorno habitual y nuestro coche un ente extraño y molesto que perturbaba su pacífica vida. Están hechas en Somiedo, en los lindes con la provincia de León, en carreteras que se pierden debajo de montañas altísimas, con lagos escondidos en valles encima de montañas y rincones húmedos y con un verdor casi irreal...Merece la pena conocerlo...